lunes, 1 de octubre de 2012

LOS AFROARGENTINOS

Hoy os voy hablar de un libro que ha llegado a mis manos, se llama los Afroargentinos escrito por el Dr. Jean Arsène Yao, profesor asistente de la Universidad de Cocody en Abidjan, Costa de Marfil, redactor de la revista Mundo Negro.



La presencia africana en Argentina ha sido objeto de numerosas investigaciones que se pueden agrupar en cuatro grupos. Según Nilda Anglarill, el primero se refiere al estudio cuantitativo de la trata negrera y la integración social de los negros a partir de un análisis júridico. El segundo estudia más bien la integración económica de los negros a partir del análisis del trabajo de los esclavos y libertos. El tercero pone de relieve los aspectos culturales de la esclavitud, analizando y describiendo las manifestaciones culturales de origen africano. Y el cuarto hace un estudio antropológico de las culturas africanas recreadas hoy en día en Argentina.
Los mencionados estudios dejan claro que la llegada de esclavos africanos al actual territorio argentino se produjo con la conquista y colonización del continente americano. Pero su ingreso sistemático al puerto de Buenos Aires comenzó poco después de 1580. Lo favoreció las necesidades de mano de obra y la casi inexistencia de población india. Los esclavos traídos al Río de la Plata provenían mayoritariamente de la costa occidental africana.
Entre los siglos XVII y XIX, ingresaron legal e ilegalmente esclavos africanos al puerto de Buenos Aires. Con esta población , Argentina hizo su revolución, se constituyó como república y se consolidó como nación en el ocaso del siglo XIX y principios del XX. Las guerras, la pobreza, las enfermedades y el blanqueo por la mezcla de razas pudieron llevar a una caída demográfica de la población afroargentina. Al igual que la tendencia a ignorar o minimizar su presencia física al no registrar su origen africano en los censos, o su ocultación bajo otras denominaciones. En algunos casos los llaman trigueños en lugar de negros y hasta blancos nativos cuando su ubicación profesional o social lo permitía.
La historia económica y social de Argentina desde la época colonial nos indica la supremacía de los esclavos africanos en gran cantidad de tareas que se pueden ubicar dentro de las áreas artesanales y servicios domésticos. Las mujeres eran cocineras, lavanderas, costureras, planchadoras y amas de cría. Los hombres eran principalmente herreros, carpinteros, zapateros, albañiles, sastres y barberos. Los esclavos africanos tuvieron también una presencia muy importante en el mundo rural. Jugaron un gran papel en la cosecha y la trilla del trigo. Participaban en la yerra y en los apartes de ganado, domaban potros, paraban rodeos, vigilaban las huertas, cazaban perros cimarrones, hacían cueros y trabajaban en los hornos de ladrillos.
La cultura de los negros se fue incorporando poco a poco a la blanca, haciéndose más notoria con elementos de la religión, la literatura y la música. Como sucedió en otras regiones de América, los afroargentinos utilizaron las fiestas católicas para celebrar sus propios ritos paganos. Rindieron culto a estatuas de santos que en realidad representaban a sus dioses nativos. Este sincretismo fue favorecido por la existencia de las cofradías religiosas. Eran instituciones donde la tendencia a la agrupación de los negros queda demostrada. Reunidas para practicar el culto católico, sirvieron como marco social para que el idioma y la religión africana se conservaran. Respecto a las letras, fueron muy pocos los escritores negros que trascendieron en la literatura. A excepción de Horacio Mendizábal, poeta romántico increíblemente desconocido dentro del campo académico argentino, ninguno aparece en las páginas de la historia de la literatura argentina. Asimismo, hubo por lo menos media docena de periódicos editados por la comunidad negra. Los más leídos eran La Juventud, La Verdad, La Igualdad y La Broma.
En cuanto a la música, se puede decir que la presencia africana se notó en la payada, el candombe y el tango. El canto de hombres solitarios errantes, que con su guitarra recorrían la campaña, fue una de las más fuertes expresiones poético-musicales de Argentina. Con esta tradición, reconocida e incluso mitificada por la literatura gauchesca, se difundió la denominación de payador y de payada. Profesionalizó el canto del payador elevándolo a la categoría de arte. pero la mayor huella africana que reflejan los historiógrafos es el candombe. Los afroargentinos lo reivindican como propio. Constituía al menos uno de los elementos que utilizaban para construir una identidad diferencial respecto de otros grupos. En esta danza popular por excelencia se contiene casi toda la historia de la raza negra en Argentina. Una danza que evolucionó para dar origen al tango.
Sin embargo, fue en el ejército donde el negro dejó su mayor legado y por supuesto su vida. Voluntaria o compulsivamente, se mezcló en las guerras. cuando se le exigió, el negro no sólo peleó sino que lo hizo con bravura. Y del esclavo doméstico, artesano o jinete, resurgió el guerrero, el lancero. Algunos alcanzaron el grado de coronel: Lorenzo Barcala, Domingo Sosa, José María Morales. Pero ninguno llegó a general. Los negros participaron en las guerras de independencia y contra brasil, en la batalla de Caseros y en cepeda, en Pavón y en la guerra de la Triple Alianza.
A pesar de las mermas producidas por las guerras, el negro entró a formar parte del tronco étnico argentino en una intensidad no despreciable. Mezcló las características de su raza y su cultura con las de los europeos e indios recreándose a su vez en ellas. Así contribuyó como afroargentino a constituir un sujeto histórico-cultural a partir de las asociaciones. La tendencia a la agrupación por parte de los esclavos africanos dio lugar a la formación de las llamadas "Naciones" y "Sociedades" de ayuda mutua. Estas agrupaciones buscaban recursos económicos para la compra de la libertad de sus afiliados, inculcar cultura, amor al trabajo y moralidad. Verdaderos refugios de africanía, eran la reunión de cierto número de individuos que procedían de una misma región africana. Esto se evidencia, salvo en unos pocos casos, en la denominación de las mismas: Asante ( Ashanti), Bayombé, Brasilera, Congo, Loango. Las más existosas "Sociedades" afroargentinas del periodo 1860-1890 fueron La Fraternal y La Protectora. Ambas recibieron un cálido y esperanzado apoyo de la comunidad negra. Hasta la década de 1970, el Shimmy Club era la cita obligada para año nuevo y carnavales de la población negra en Buenos Aires. Como lugar de encuentro de la población negra, favoreció una movilidad hacia la búsqueda de una identidad africana.
No obstante, en el proceso de construcción de la identidad histórica nacional y étnica en Argentina, para los afroargentinos valorar el ancestro negro sigue siendo difícil. Mediante su ocultación fenotípica y cultural, se ha ignorado su historia, su actualidad y sus derechos en los procesos socioculturales en la definición de la nacionalidad. La historiografía oficial ha omitido la aportación de la población de origen africano a la identidad argentina. Su exclusión ha contribuido a la invisibilidad de su protagonismo con indios y europeos en la construcciónd e la nación. Y por ende, al reclamo de una argentinidad sin negros, expresión de una construcción ideológica que ha hecho el estereotipo "nación de raza blanca y de cultura europea" un elemento clave de la identidad argentina.
Las raíces de muchos ciudadanos argentinos se hunden en lejanas tierras africanas. Pero no deja de sorprender que el tema de la existencia de personas de origen africano sea totalmente desconocido para la mayor parte de la población. La continuada presencia negra no es recordada ni por nombres de calles, ni por monumentos. En los libros de Historia argentina se le dedican pocos párrafos y en la mayoría de las veces sólo escuetas líneas. No obstante, la presencia negra está en la sangre de varios sectoes de la población argentina a pesar de la inmigración europea.
¿Acaso la inclusión de los afroargentinos sea una meta inalcanzabel? ¿Cómo ignorar que existió y sigue existiendo una comunidad de ascendencia negra en Argentina? Más que explicar las condiciones de descenso demográfico de la población de origen africano, este libro busca articular los motivos de la sistemática negación de la presencia de los negros con la contribución de éstos a la cultura y a la evolución de la sociedad argentina. Un libro que pone de relieve la existencia de los afroargentinos como una comunidad viva que defiende su identidad propia contradiciendo las afirmaciones de su "desaparición". Ensuma, un tema que, por su interés y complejidad, obliga a conocer las causas de la negación de la presencia africana en Argentina, cómo esta opinión se ha ido transmitiendo de generación en generación, y los métodos utilizados por los afroargentinos para reivindicar lo africano en la identidad argentina.
LIBRO: Los Afroargentinos
AUTOR: Jean-Arsène Yao.
EDITORIAL: Mundo Negro
ISBN: 978-84-7295-207-2

1 comentario:

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