miércoles, 13 de julio de 2016

KOMOLAND, LOS HIJOS DE LOS TIEMPOS







En 1984, los antropólogos de la Universidad de Münster, Alemania, descubrieron unos montículos en el norte de Ghana, entre los ríos Sisili y Kuplawn, afluentes del Volta Blanco. Este descubrimiento no se mantuvo en secreto y los campesinos de la zona empezaron a buscar pequeñas esculturas de cerámica. Llamaron a estas piezas "kron kron bali", que significa "hijos de los tiempos antiguos", sin saber nada de sus orígens y de sus funciones. Las técnicas de datación indicaron que estos objetos fueron creados entre los siglos XIII y XIX. En un principio se creyó que estas figuras eran la representación de los antepasados, figuras de culto u objetos funerarios. 
Actualmente los investigadores creen que son de uso funerario. La práctica funeraria con sepultura bajo un círculo de piedra, era prácticamente desconocida en Ghana. La tradición oral cuenta cómo durante una migración de los koma, dirigida por su jefe Basanya a principios del siglo XIV, descubrieron restos pertenecientes a otra civilización anterior. Por eso llamaron al lugar Yikpabongo, que quiere decir "ruinas del bosque", donde asentaron a su pueblo. Un importante estudio sobre estas terracotas proporciona la evidencia de que los antiguos koma estaban en contacto con las caravanas saharianas que enlazaban Egipto y el norte de África. esta evidencia se constata en dos factores:

  • Las representaciones con motivos de concha de cauri, utilizadas como moneda corriente en varias zonas de Ghana y África Occidental.
  • La representación de hombres de koma montados en camellos y caballos. Según los investigadores, estas figuritas son de carácter simbólico. Los ojos se parecen aunas gafas y las orejas a dos asas adheridas a la parte de atrás de la cabeza. La boca se divide horizontalmente, los ojos, la nariz, las cejas, la barba y el gibote se hacen generalmente en rollos de tierra. La parte superior de la cabeza es cóncava y está hueca.

La figuritas más completas se han encontrado con un cuerpo, a menuda en posición sentada, hieráticas, con las manos sobre las rodillas. Pero quizás las figuras más elaboradas son las que presentan a jinetes, cuyos caballos y camellos están ricamente adornados.
Estas figuras se han encontrado semienterradas con la cabeza y la cara por encima del suelo. Probablemente representan a los espíritus de los ancestros y simbolizan tanto la reencarnación, la nueva vida de la persona fallecida como a los espíritus que la protegen.
Los personajes son representaciones de dignatarios o cazadores con collares, cinturones y pulseras.