miércoles, 25 de septiembre de 2013

MÁS ALLA DE LA MUERTE

La mayoría de los rituales funerarios africanos dan prueba del mantenimiento de los lazos entre el muerto y su entorno. Incluso ya muerto, continúa perteneciendo a la familia. Ello se refleja en una representación con el propósito de simbolizar la presencia del muerto entre los suyos, sobre todo en los momentos que siguen a la muerte.
Los miembros del linaje se reúnen para beber, comer y cantar loas al desaparecido, lo cual constituye una manera de prolongar su existencia en este mundo. Por ejemplo entre los mossi de Burkina Faso, un pariente de la persona fallecida, de preferencia una mujer, vista las ropas del muerto, imite sus ademanes y su manera de hablar. Los hijos del difunto la llaman "padre" y sus esposas"marido". Entre los diola del Senegal, el muerto debe presidir sus propios funerales: vestido con su ropa más hermosa, sentado en su sillón acostumbrado, atado a él, la mano en alto como si saludara a la muchedumbre, se le lleva en andas a hombros hasta el lugar de su inhumación, mientras los músicos y danzantes tocan y evolucionan muy animados en torno al cortejo, desafiando así la dimensión trágica de la muerte y terminando de dar una coloración épica y triunfal al cortejo funerario.
La familariedad con los muertos puede continuar mucho después de la muerte a través de una relación con los cadáveres. El caso más conocido es el de los merina del altiplano de Madagascar. Aproximadamente cada 5 años tiene lugar la ceremonia del famadihana: abren las tumbas y colocan a los muertos sobre los hombros de los danzantes que los lanzan al aire y los llevan en una farándula desenfrenada a través de las calles de las aldeas; y después los envuelven en esteras nuevas que, más tarde se reparten las mujeres, ya que poseen un poder fecundante. Los vivos tocan los cadáveres y los envuelven en mortajas nuevas, con ademanes que evocan los mimos y comparten con ellos algunos alimentos y vasos de ron. Así, se trata de un medio de reforzar los lazos internos del grupo de los vivos a través de la relación con los muertos.




Este lazo familiar se refuerza con la creencia de que toto niño que viene al mundo es portador del alma de uno de sus antepasados. No toda la personalidad del desaparecido se reencarna en su descendencia, sino únicamente un fragmento. Entre los ashanti de Ghana, lo que renace en el linaje uterino es "la sangre", mientras que el "principio masculino" se reune con los antepasados y el alma regresa al Creador.
La vida se prolonga a través de los antepasados que se concibe como un estadio superior. Por lo tanto la muerte se convierte en el último rito de pasaje-transición, el punto culminante de una ascensión prestigiosa; a través de ella se pasa del estadio de anciano al de antepasado, en el que se alcanza la cima del prestigio. Este pasaje se puede realizar después de la ceremonia funeraria. Entre los dogón, cada dos o tres años tiene lugar un ritual llamado Dama para incitar al alma de los muertos, fallecidos e inhumados varios meses antes, a abandonar el mundo de los vivos para dirigirse hacia el de los antepasados. Durante el ritual, se coloca a la salida de la aldea una vasija llena de cerveza que un pariente del difunto derriba, para dar a entender que el muerto ya no puede comer ni beber y tiene que abandonar el mundo de los vivos. Después, los hombres danzan durante tres días para indicarle el camino del otro mundo.
Entre los soninke de Malí los niños pequeños son objeto de respeto y temor, porque son portadores de una sabiduría ancestral que no puede divulgar, dado que todavía no tienen el dominio de la palabra. Por ese motivo se considera al pequeño con diferencia y si muriese provaca un sentimiento de culpabilidad entre los parientes cercanos. Esta muerte se interpreta como un rechazo a permanecer entre unas personas que no le dan las muestras de respeto debido a su calidad de antepasado.



martes, 17 de septiembre de 2013

ARTE RUPESTRE DEL SAHARA

El Sahara es, probablemente, el lugar del mundo con la mayor colección de arte rupestre. Puebe haber más de cien mil sitios con pinturas o grabados en toda su extensión. No está repartidos de forma homogénea, sino que aparecen en valles o zonas montañosas preferentemente, y pueden aparecer en cualquier refugio rocoso, cueva, pared e incluso sobre la roca desnuda.
Las pinturas y grabados incluyen animales salvajes (elefantes, jirafas, rinocerontes, búfalo...), y domesticados (vacas, ovejas, cabras, caballos y camellos), seres humanos, dibujos abstractos e inscripciones en lengua tuareg. Se encuentran en los lugares más inhóspitos y son un documento inapreciable sobre la historia de los pueblos que poblaron esta región desde hace al menos doce mil años.



Las muestras más antiguas de arte rupestre parecen pertener a un periodo inmediatamente posterior a la última glaciación. Hace 10.000 años, el clima se volvió más húmedo y el Sahara adquirió el aspecto de una sabana arbolada, con bosques en las montañas, hasta que hace 5.000 años empezó a desertizarse, en un proceso que duró hasta hace 3.000 años, época en que quedó prácticamente deshabitado.
Muchas de estas pinturas, dibujos y grabados que se están descubriendo son de hace incluso más de 12.000 años. En Fezzan se cree que las pinturas se remontan a 30.000 años de antigüedad.
En el arte rupestre del Sahara se pueden distinguir cinco periodos principales:

Periodo de los grafitis o búfalos, de 10.000 a 9.000 a.C. En esta época se representaban a modo de grafitis grandes bóvidos como el Pelorovis y escena de magia y ritos religiosos. Aparecen extrañas criaturas sin cabeza, o con las cabezas redondas, con máscaras que parecen alienígenas, elefantes con cabezas de antílope y estilizadas figuras participando en rituales.
También es conocido como el período de la fauna salvaje, por las representaciones de estos animales.





Periodo de las cabezas redondas; de 9.000 a 6.000 a.C. Es el más misterioso, por cuanto aparecen representadas personas que parecen llevar extraños cascos como de buzo que han dado lugar a numerosas interpretaciones esotéricas.




Periodo de los cazadores y los pastores; de 7.000 a 2.500 a.D. A principios de este periodo, las abundantes lluvias permitieron que todos los valles se cubrieran de bosques, pero hacia 5.000 a.C., la disminución de las lluvias dio lugar a amplias praderas y a la aparición de rebaños de vacas que aparecen en las pinturas y grabados. También aparecen escenas de cultivos en este periodo posterior. En general, las obras son muy naturalistas.




Periodo de los caballos o Garamantes; 2.000 a 1.200 a.C. Numerosas representaciones de caballos en la zona de Libia, con carros , ya que se suponía que los garamantes habían inventado la rueda.

                                      



Periodo de los camellos, en torno a 1.000 a.C. la introdución de los camellos marca el final de una época, ya la desertización ha hecho que la mayoría de la población se marchara a otra parte.

jueves, 12 de septiembre de 2013

TSODILO HILLS


Tsodilo se encuentra formado por cuatro colinas que se encuentran a 50 kilómetros al oeste de la aldea de Sepupa a orillas del río Panhandle. Las cuatro colinas forman una línea y son referidas por los san como "el hombre", es la colina más alta y alcanza una altura de 410 m. sobre la llanura circundante; "la mujer", es una colina pequeña, unos 300 m. pero tiene un área total de casi tres veces el hombre, el siguiente en tamaño (40m.) "el niño" se encuentra a unos 2 Kilómetros de la hembra. Junto a estas tres colinas se encuentra un cerro sin nombre mucho más pequeño, que según la leyenda, fue la primera mujer de los hombres de la colina, que se descartó cuando conoció y se casó con la colina más alta.



Estas colinas son de gran importancia cultural y espiritual para los pueblos san del Kalahari. Ellos creen que las montañas es el lugar de descanso para los espíritus de difuntos y que estos espíritus causan desgracia y mala suerte si alguien caza o causa la muerte cerca de las colinas. El pueblo san cree que estas colinas son el sitio de la primera creación. Este pueblo pintó cerca de 4500 pinturas rupestres en estas colinas, por lo que es uno de los lugares más importantes del mundo hablando de pinturas rupestres. Los san hicieron la mayor parte de las pinturas, aunque hay unos cuantos realizados por bantú cuyo estilo se diferencia de la de los san. La edad exacta de las pinturas no se conoce, aunque algunos creen que son de más de 20.000 años de antigüedad. Las colinas contienen 500 sitios individuales que representan miles de años de presencia humana.



En las cuevas y cavernas de la colina de la mujer los san creen que descansan los dioses muertos y que gobiernan el mundo desde allí. Los habitantes de Hambukushu creen que su dios, Nyambe, inicialmente bajó su tribu y la ganadería a la tierra en el cerro hembra. Sus pruebas son unas pezuñas grabadas en una roca en lo alto de la colina. En la parte noroeste del cerro hembra, a cierta distancia del nivel del suelo nos encontramos con una antigua mina inundada. Este agua es considerada sagrada y confiere buena suerte a los que se laven la cara con ella. Pero el lugar más sagrado se encuentra cerca de la parte superior de la colina hombre, la roca más grande donde se dice que el Primer Espíritu se arrodillo y oró después de crear el mundo. Los san creen que aún puede verse la impresión de las rodillas del primer Espíritu en la roca.



Según la UNESCO hay más de 4500 pinturas rupestres en la Tsodilo Hills. La mayoría de las pinturas se encuentran en la colina "Mujer", aunque las más famosas la pintura "Ballena", "Dos Rhinos" y "el León" se encuentran en la cara oriental de la colina"Hombre". Algunas pinturas se han fechado con 24.000 años.
Son pinturas de rinocerontes, antílopes, genrsbok y grupo de tres jirafas, así como figuras humanas y geométricas. Las pinturas se encuentran en tonos rojo, naranja, marrón y negro, pero sorprendentemente hay tintas blancas.



La característica de estas pinturas es que se tratan de individuos aislados, más de la mitad de los animales son salvajes y domésticos en particular el eland. Algunas escenas, sin embargo parecen contar una historia. Una de las imágenes más comunes en Tsodilo es un esquema de hombres con penes erectos. Estas pinturas podrían representar los conceptos de energía, la creación y el crecimiento, ya que pueden estar relacionadas con danzas rituales. Estos bailes producen un estado alterado de la conciencia en el cual, los san creen que el bailarín puede curar enfermos y controlar lo natural y sobrenatural. En las pinturas en las que se representan la serpiente, se podría tratar de este animal mitológico que esta asociado con la lluvia.
Algunos arqueologos mantienen que la pintura descrita como un elefante es en realidad un rinoceronte, que la pintura roja de una de las jirafas es de no más de 400 a.D y que la pintura blanca es mucho más reciente. Las pinturas de color rojo y blanco son de diferentes grupos.