El Sahara es, probablemente, el lugar del mundo con la mayor colección de arte rupestre. Puebe haber más de cien mil sitios con pinturas o grabados en toda su extensión. No está repartidos de forma homogénea, sino que aparecen en valles o zonas montañosas preferentemente, y pueden aparecer en cualquier refugio rocoso, cueva, pared e incluso sobre la roca desnuda.
Las pinturas y grabados incluyen animales salvajes (elefantes, jirafas, rinocerontes, búfalo...), y domesticados (vacas, ovejas, cabras, caballos y camellos), seres humanos, dibujos abstractos e inscripciones en lengua tuareg. Se encuentran en los lugares más inhóspitos y son un documento inapreciable sobre la historia de los pueblos que poblaron esta región desde hace al menos doce mil años.
Las muestras más antiguas de arte rupestre parecen pertener a un periodo inmediatamente posterior a la última glaciación. Hace 10.000 años, el clima se volvió más húmedo y el Sahara adquirió el aspecto de una sabana arbolada, con bosques en las montañas, hasta que hace 5.000 años empezó a desertizarse, en un proceso que duró hasta hace 3.000 años, época en que quedó prácticamente deshabitado.
Muchas de estas pinturas, dibujos y grabados que se están descubriendo son de hace incluso más de 12.000 años. En Fezzan se cree que las pinturas se remontan a 30.000 años de antigüedad.
En el arte rupestre del Sahara se pueden distinguir cinco periodos principales:
Periodo de los grafitis o búfalos, de 10.000 a 9.000 a.C. En esta época se representaban a modo de grafitis grandes bóvidos como el Pelorovis y escena de magia y ritos religiosos. Aparecen extrañas criaturas sin cabeza, o con las cabezas redondas, con máscaras que parecen alienígenas, elefantes con cabezas de antílope y estilizadas figuras participando en rituales.
También es conocido como el período de la fauna salvaje, por las representaciones de estos animales.
Periodo de las cabezas redondas; de 9.000 a 6.000 a.C. Es el más misterioso, por cuanto aparecen representadas personas que parecen llevar extraños cascos como de buzo que han dado lugar a numerosas interpretaciones esotéricas.
Periodo de los cazadores y los pastores; de 7.000 a 2.500 a.D. A principios de este periodo, las abundantes lluvias permitieron que todos los valles se cubrieran de bosques, pero hacia 5.000 a.C., la disminución de las lluvias dio lugar a amplias praderas y a la aparición de rebaños de vacas que aparecen en las pinturas y grabados. También aparecen escenas de cultivos en este periodo posterior. En general, las obras son muy naturalistas.
Periodo de los caballos o Garamantes; 2.000 a 1.200 a.C. Numerosas representaciones de caballos en la zona de Libia, con carros , ya que se suponía que los garamantes habían inventado la rueda.
Periodo de los camellos, en torno a 1.000 a.C. la introdución de los camellos marca el final de una época, ya la desertización ha hecho que la mayoría de la población se marchara a otra parte.
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