miércoles, 31 de mayo de 2017

LAS CRUCES DE LALIBELA



En el norte de Etiopía existe una ciudad santa  tallada en la roca, Lalibela, que concentra once santuarios cristianos que concentra once santuarios cristianos cincelados en la piedra entre los siglos XII y XIII. Su construcción comenzó tras la llegada de los cristianos coptos que habían huido de la persecución musulmana de Egipto, y se cimentó en la voluntad del monarca Gebra Maskal Lalibela. El rey ansiaba hacer del lugar una nueva Jerusalén como respuesta a la caída de esta ciudad en manos sarracenas. Las iglesias se distribuyen en dos grupos principales, separados por el canal de Yordanos, que representa el río Jordán, pero comunicadas entre sí por túneles, pasadizos y trincheras. 


Los coptos tienen un culto especial hacía las cruces. La cruz como símbolo de fe, esperanza y salvación protege al creyente que la lleva cosida en la ropa o alrededor del cuello. Son de gran tamaño -procesionales- o de mano, hechas de madera, plata. oro, bronce o piedra. Se ha convertido en estandarte de una comunidad que se aferro a ellas hasta convertirlas en protagonistas de sus principales ritos y ceremonias.




La cruz de Lalibela fue introducida por Frumentius en el siglo IV quien llevó a Etiopía un primer prototipo que probablemente fuera una cruz de mano con forma griega encerrada en un círculo. La cruz se basa en dos círculos entrelazados entre sí, donde uno simplemente continúa o se fusiona con el otro, que simbolizan el cielo y la tierra. La Trinidad esta representada por las tres cruces de eje vertical. Los trice triángulos con círculos pequeños en la parte superior de cada uno representan a cristo y sus doce Apóstoles. La simplificación del cuerpo humano en el diseño geométrico de un triángulo y un círculo parece sugerir una figura sentada. Las alas sugieren espiritualidad.




La cruz procesional no aparece hasta pasado el siglo V. La mayoría fueron donadas a las iglesias por los nobles y reyes pasando a formar parte de los actos litúrgicos, procesiones, batallas o bendiciones especiales, como puede ser su inmersión en un estanque de agua bendita durante la festividad del Timkat - la Epifanía-, donde los fieles rememoran el bautismo de Jesús en el Jordán. La festividad del Meskel, - el nombre de esta fiesta procede de la lengua geez y significa "el hallazgo de la Cruz Verdadera"-, alude a la Cruz en la que fue clavado Cristo. Se celebra a finales de septiembre con hogueras en las que se quema una cruz adornada de flores amarillas. Vestidos con llamativos trajes y protegidos por sombrillas, los sacerdotes llevan cruces de plata, y bailan y cantan con los fieles alrededor del fuego



viernes, 26 de mayo de 2017

MÁSCARA MWAASH A MBOY

Es una máscara Bakuba, este término es utilizado para definir una confederaciones de pueblos que engloba dieciocho etnias. El antiguo reino incluía a los Bambala, Babinji, Bangende, Bashobwa, Pianga y Bagongo, entre otros. Pero algunas poblaciones vecinas también estuvieron bajo la influencia de la federación Bakuba, como es el caso de los Ndengese, Yaelima y Bankutshu al norte, los bakele al suresta y los Bawongo y Bashilele al oeste.



Máscara original llevada por altos dignatarios o por hombres de ascendencia real en los ritos de iniciación para simbolizar al héroe cultural o dios Woot, que originó la realiza, la estructura política y muchas de las artes. También se cree que representa al rey Mwaash a Mboy, quien se enamoró y desposó con su hermana Ngaady a Mwaash, Asimismo existe una leyenda que vincula la máscara a un espíritu del agua o Ngesh, llamado Moshambwooy, que aterrorizó durante cierto tiempo a las gentes bakuba y fue la causa de terribles enfermedades, como la ceguera. Un día, un hombre que rondaba por el bosque vio a este espíritu, pero cuando quiso describirlo a su llegada al poblado fue incapaz de hacerlo. El rey le ordenó que confeccionara un traje con fibras y tejidos de corteza a imagen del Ngesh. Una vez elaborada, la vestimenta fue entregada al soberano, quien se apartó a otra habitación con ella y se disfrazó. Al poco tiempo se presentó ante su pueblo que huyó lleno de temor. El rey, tras despojarse del atuendo, regresó a palacio y allí le contaron la extraña aparición. El monarca, aprovechando la ocasión, explicó a sus súbditos que debía tratarse del espíritu de Moshawbwooy, que había venido para investigar el comportamiento de los habitantes del poblado con el objeto de determinar a quién podía castigar.



A partir de entonces la máscara se convirtió en un instrumento real y los jefes, cuando comparecen ante su pueblo, lucen siempre el traje de Moshambwooy. 
El apéndice curvo en forma de arco que muestra sobre la frente representa una trompa de elefante; éstas, así como los leopardos, constituyen emblemas del poder real en muchas sociedades africanas. Estas máscaras eran realizadas en los talleres de la corte según las especificaciones del monarca y bajo su personal supervisión.