El pueblo Dengese vive al este de la ciudad de Dekese, en la margen derecha del tramo alto del río Lukenié, en las zonas centrales de la República Democrática del Congo, formando parte de los mongo, y con ellos conocieron las mismas vicisitudes en sus desplazamientos hasta llegar al hábitat que hoy ocupa.
Las esculturas femeninas se realizaban para las honras fúnebres de un alto cargo de la clase totshi pero curiosamente las mujeres no estaban admitidas dentro de esta sociedad. La colocación de las manos en el vientre hace referencia a los orígenes comunes de los súbditos del rey y simboliza la cooperación que debe existir entre estos.
Pieza de En el corazón de Congo |
Hay numerosas escarificaciones talladas en el cuello, el torso es alargado, y los brazos, cuyo significado alude a frases de alabanza entre los denguese. La mayoría carece de piernas, y su cuerpo descansa sobre una peana circular, en cuya parte delantera se muestra el sexo de forma ostensible, símbolo de la vitalidad con que los representados contribuyen a la pervivencia del pueblo.
El motivo de círculos concéntricos que aparece en el tórax, en las sienes y en los brazos asumen distintos significados según su colocación y el número de círculos, cuando son tres nos remite al principio de la cohesión entre el rey, nobles y pueblo.
Si observamos juntas una escultura dengese y otra kuba, nos damos cuenta de la extraordinaria influencia que estos últimos han ejercido sobre los primeros. En ambos casos se alcanza un grado de naturalismo a través de la representación de anchos hombros, pechos musculosos y torso y brazos redondeados. La estrecha asociación entre ambos se sugiere además por los complicados patrones geométricos de escarificación de las figuras, que son una reminiscencia de los motivos decorativos con que los kuba adornan sus tejidos de rafia y objetos de madera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario