lunes, 4 de septiembre de 2017

DEBLE O DEBELE






Representan a una pareja de "hijos del Poro", perteneciente al grupo de los denominados Pombibele, Fondombele en singular, y destinada fundamentalmente a los funerales conmemorativos de importantes ancianos de la sociedad. 
Su nombre en lenguaje iniciático es Deble o Debele, que significa "los que tienen descendencia ". A su vez el miembro masculino puede recibir los apelativos de Woulo To, Yowolo, Yene o Nienenion y el miembro femenino los de Woulo No, Famata, Siele e Ireguenion.




Para los Senufo la pareja humana constituye la unidad social ideal, integrada por el hombre y la mujer iniciados, que simbolizan el procedimiento idóneo para la formación moral, intelectual y social del individuo y, al mismo tiempo, encarnan el respeto debido a los linajes ancestrales de todos los componentes del Poro ya desaparecidos de este mundo. Por tanto, esta imagen doble aúna dos conceptos esenciales: por una parte, la naturaleza complementaria del hombre y la  mujer a través de sus respectivas asociaciones iniciáticas y, por otra, la comunicación con los difuntos. Esta última responde no tanto a razones afectivas cuanto a la preocupación constante por al perpetuación fisiológica, que determina el uso de estos objetos, no en el seno del grupo familiar, sino en el contexto más amplio de la sociedad de iniciación común.

Las figuras talladas de la pareja primordial aparecen en cuatro ocasiones durante los ritos funerarios, concebidos como un medio de iniciar a los muertos en la sociedad de los espíritus ancestrales:

  • Cuando el cortejo fúnebre entra en la casa donde se ha producido el fallecimiento, al atardecer de ese mismo día.
  • Durante el entierro.
  • En la celebración que tiene lugar al día siguiente de la muerte.
  • A lo largo del rito mediante el cual el alma del muerto se despido definitivamente de los vivos.
Los jóvenes inicados o Kofobele avanzan con lentitud en formación lineal. Todos portan ante sí una de estas imágenes, que sostienen desde atrás por la parte superior de los brazos y mueven suavemente de lado a lado. De forma repetida y al unísono, golpean el suelo con el pedestal de la figura al ritmo marcado por los tambores funerarios, trompas de madera y sonajeros de calabaza. Estos golpes y sonidos, unidos a la canción de duelo en el idioma secreto del poro, invocan a las almas de los difuntos y también a la diosa Kaatyeleo, bajo cuyo patrocinio místico se realizan todas estas ceremonias.



También puede llevarse en las celebraciones agrícolas, donde se pido a Kaatyeleo la purificación y fertilidad de la tierra, o en las ceremonias de tránsito, que establecen el paso de un grado a otro de la sociedad de iniciación.

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