Poco se sabe de este grupo, pueblo de habla mande que se estableció en Sierra Leona a lo largo del siglo XVI.
Se trata de un pueblo patrilineal, en cuyo seno se configura el grupo Sande, una de las pocas sociedades secretas de mujeres conocidas en África occidental. Esta asociación además de entre los Mende, funciona en diversos pueblos de Sierra Leona y Liberia, especialmente entre los Temne, Vai, Gola y Bassa.
El adiestramiento para la iniciación en dicha sociedad dura tres años e instruye a las niñas de la comunidad sobre sus futuras responsabilidades como mujeres adultas. Para ello se les forma en forma en ciertas habilidades como la cocina, el cultivo de la tierra, el baile, el canto, el conocimiento de la medicina natural por medio de las hierbas, el cuidado de los niños y la economía doméstica en general.
Cuando las iniciadas terminan este período de aprendizaje, se hallan preparadas para el matrimonio.
La sociedad Sande está dirigida por una mujer experimentada, la Majo, y se divide en subgrupos regidos por miembros destacados y prestigiosos. Antiguamente, se exigía a las jóvenes iniciadas la extirpación del clítoris, práctica que en la actualidad se ha sustituido por unas pequeñas incisiones.
La religión mende incluye unos pocos dioses, varios espíritus de cualidades positivas o negativas y ritos iniciáticos o de relación con los muertos. Este es el caso de un rito en el que el individuo muere en vida con un renacimiento simbólico, situación que se escenifica de la siguiente manera: el "demonio", representado por una máscara, absorbe al personaje que se somete a la prueba, pintado de blanco para simbolizar su entrada en el mundo de los espíritus. Cuando se realiza este acto, el sujeto no está vivo, sino en comunión con los espíritus. Posteriormente, el "demonio" vomita al participante, que, de esta manera, resucita de la muerte y es considerado como recién nacido. El renacido debe experimentar la rapadura de su cabeza, el lavado del cuerpo y la imposición de un nuevo nombre.
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