lunes, 19 de junio de 2017

CULTURA BAKONGO






El pueblo bakongo es un grupo numeroso que incluye diversas subtribus, como los basolongo, bawoyo, basundi, bambata, bazomba, bavili, bakumi y yombe.
El reino bakongo floreció aproximadamente en el siglo XIV y fue el primer pueblo de África central que estableció relaciones con los navegantes portugueses.
La aristocracia bakongo adoptó el cristianismo y la cultura occidental, lo que tuvo como consecuencia un aumento de riqueza y poder militar. El reino se extendió desde la capital, Sao Salvador, en el actual Angola, a diversas regiones de Zaire, Congo y Cabinda, a numerosas y pequeñas jefaturas costeras, además de territorios de pueblos aliados y vecinos tributarios. En torno a mediados del siglo XIX, comenzó su decadencia.



La organización social se basaba en los clanes y la sociedad matriarcal. A la cabeza del estado se hallaba el Mani Kongo o rey de los bakongo, que era investido como monarca por el jefe de los sacerdotes con la corona de cobre que le confería el poder real. Pero la realeza divina de los bakongo no era hereditaria, sino derivada de una elección por parte de los jefes.

COSMOGONÍA

Los bakongo conciben el Universo rodeado de agua, llamado Nlangu, Mbu o Kalung, esto es, "el mar de los muertos". Por otra parte se considera que el Sol, la Luna y las Estrellas y los Meteoros siguen una rita circular alrededor de la Tierra, empezando su órbita por debajo del mar y desplazándose hacía el mundo superior visible. Los atributos físicos, mentales y espirituales de cada persona están vinculados a sustancias universales.



Entre los múltiples mitos de estos pueblos cabe destacas uno, el de la creación de la pareja primordial.
Cuenta la leyenda que un ser Mahungu, existía en el principio, rodeado de agua, en una región donde estaba plantado el "árbol de la vida". Mahungu poseía feminidad y masculinidad, el aliento de la vida y el de la muerte. Vivía feliz, pero un día empezó a preocuparse y cuestionar el significado de las cosas. Comenzó a girar alrededor del árbol y, justo cuando concluyó a vuelta, fue dividido en dos: un ser masculino y otro femenino.



De esta forma, se creó al hombre y a la mujer. Los nuevos seres, no conformes con su nueva condición, volvieron a girar alrededor del árbol con la intención de reunirse en el único ser, pero les fue completamente imposible. A partir de ahí, ambos seres se dieron cuenta de la necesidad de buscarse para complementarse y ayudarse entre sí.

martes, 13 de junio de 2017

CULTURA BWA



El grupo Bobo, parte de la lengua voltaica, ocupa una zona limitada al norte por Djenné en Mali, al este por la frontera de Ghana, al sur por Bobo-Diulasso y al oeste por el río Bani.
Para los Bwa son las faltas, las ofensas y las necesidades de los hombres lo que alteran el equilibrio de su medio. 
Habitan en la sabana y dependen fundamentalmente de la agricultura.
Los Bwa están divididos en castas endóganas  de labradores herreros y sus esposas alfareras y músicos que acompañan a las representaciones enmascaradas. Viven en aldeas densamente pobladas y, con su extrema independencia, han conseguido preservarse de la influencia del Islam. Mantienen muchas características en común con las tribus vecinas, como los mossi, dogón, bamana, senufo y lobi.


Constituyen un pueblo animista y su mito de origen relata cómo el Dios creador Wuro instaló un orden armonioso entre el Sol, la Lluvia y la Tierra. Pero el hombre puso en peligro este equilibrio con las técnicas agrícolas, que implican la violación de la tierra. Esta acción ultrajó a Soxo, la divinidad del monte, y, a través de él, al creador Wuro. Los Bwa creen a la sequía trae  al hombre la esterilidad y la muerte. Sin embargo, Wuro dio algo de generosidad a Do, mediador entre el hombre y Dios, para restaurar el equilibrio.


El culto a esta divinidad, Do, se concentra en una sociedad con el mismo nombre. Do actúa como guardián que expulsa a los demonios de los funerales y las ceremonias que preceden a las labores del campo y se hace oir a través de los bramidos del búfalo.



lunes, 12 de junio de 2017

CULTURA MENDE



Poco se sabe de este grupo, pueblo de habla mande que se estableció en Sierra Leona a lo largo del siglo XVI. 
Se trata de un pueblo patrilineal, en cuyo seno se configura el grupo Sande, una de las pocas sociedades secretas de mujeres conocidas en África occidental. Esta asociación además de entre los Mende, funciona en diversos pueblos de Sierra Leona y Liberia, especialmente entre los Temne, Vai, Gola y Bassa.




El adiestramiento para la iniciación en dicha sociedad dura tres años e instruye a las niñas de la comunidad sobre sus futuras responsabilidades como mujeres adultas. Para ello se les forma en forma en ciertas habilidades como la cocina, el cultivo de la tierra, el baile, el canto, el conocimiento de la medicina natural por medio de las hierbas, el cuidado de los niños y la economía doméstica en general. 





Cuando las iniciadas terminan este período de aprendizaje, se hallan preparadas para el matrimonio. 
La sociedad Sande está dirigida por una mujer experimentada, la Majo, y se divide en subgrupos regidos por miembros destacados y prestigiosos. Antiguamente, se exigía a las jóvenes iniciadas la extirpación del clítoris, práctica que en la actualidad se ha sustituido por unas pequeñas incisiones. 
La religión mende incluye unos pocos dioses, varios espíritus de cualidades positivas o negativas y ritos iniciáticos o de relación con los muertos. Este es el caso de un rito en el que el individuo muere en vida con un renacimiento simbólico, situación que se escenifica de la siguiente manera: el "demonio", representado por una máscara, absorbe al personaje que se somete a la prueba, pintado de blanco para simbolizar su entrada en el mundo de los espíritus. Cuando se realiza este acto, el sujeto no está vivo, sino en comunión con los espíritus. Posteriormente, el "demonio" vomita al participante, que, de esta manera, resucita de la muerte y es considerado como recién nacido. El renacido debe experimentar la rapadura de su cabeza, el lavado del cuerpo y la imposición de un nuevo nombre.