Estas
máscaras pertenecen al pueblo chokwe que habitan en las orillas de los ríos
Kwango y Kasai en el centro de Angola y se extienden hasta el sur de la
República Democrática de Congo.
Los
Chokwe subsistían gracias a la agricultura y a la ganadería, aunque la caza fue
una de sus principales ocupaciones. Posteriormente se convirtieran en
productores de caucho.
Las
máscaras más bellas son las dedicadas al baile, están hechas en madera y
simbolizan a los tipos más representativos de la sociedad: hechiceros,
cazadores, anciano, joven, bufón. Las más elegantes de todas la mukihi va pwo,
expresión idealizada de la mujer que rememora a la primera madre del pueblo.
Las hay que son un ejemplo de naturalismo delicado por la suavidad de líneas,
pero otras aparecen más estereotipadas con tendencias cubista. Puede mostrar
una decoración variada de incisiones geométricas en la frente y en otras partes
de la cabeza.
La
máscara Mwana Pwo, significa literalmente mujer, representa a un ancestro
primordial femenino y es bailada por un personaje masculino en representación
de las madres, a las que les está prohibido asistir el mukando o ritual de paso
a la edad adulta de sus hijos. Las lágrimas que muestra la máscara simbolizan
el dolor de la madre ante la pérdida de su hijo, que ingresará ya en el clan de
los adultos y el chingeleyele, la estilizada cruz de Malta que luce en la
frente, es un símbolo tomado de los
primeros misioneros portugueses. El elaborado peinado de esta máscara toma la
forma de la peluca de barro que lucen comúnmente las mujeres chokwe.