lunes, 7 de julio de 2014

LA CUNA DE LA HUMANIDAD SE ENCUENTRA EN ÁFRICA

Las investigaciones genéticas indican que chimpancés y humanos modernos compartieron ancestros comunes en África hace alrededor de ocho a seis millones de años, es decir, en el ocaso de una época geológica conocida como el Mioceno. tras este momento chimpancés y humanos se separaron, desarrollando cada uno su propia trayectoria evolutiva.
Hace 22 millones de años, se encuentra el más antiguo del género procónsul. El procónsul andaba a cuatro patas con movimientos lentos, arborícolas. Su principal yacimiento es Rusinga (Kenia). El procónsul ha sido considerado como antepasado de grandes simios y de humanos.
Los homínidos más antiguos fueron los Australopitecos, se ganó el apodo informal de hombres-monos, a la mezcla en sus esqueletos de adaptaciones simiescas y humanas. Tenían cerebros similares en tamaño a los chimpancés. Los adultos tenían cuerpos pequeños, de estructuras oseas ligeras, que de pie alcanzarían los 1 y 1,7 metros de altura y su peso oscilaría entre 29.5 y 56.7 kg. Los primeros austropitecos se encontraron en África del sur y posteriormente en África Oriental.


La dieta de estos homínidos esta constituida por frutos del bosque blandos y dulces, a nueces o semillas duras y frágiles, así como raíces y tubérculos.
Convivieron dos especies de austrolopitecos: el africanus, que era grácil y de talla más bien pequeña y que habitaba en el África del sur y el robusto, que eran más corpulentos y que habitaban en el África oriental.
Hace 2.4 millones de años aparecía el homo habilis, primer representante del género Homo.



 El nombre asignado a esta especie (habilis) hace referencia al hecho de que estos humanos son los primeros talladores, que tenían la capacidad técnica para fabricar utensilios. Fabrican las primeras herramientas en piedra y son cantos rodados y piedras talladas toscamente por una cara (choppers) o por dos (choppingtools).


No podemos decir que fueran cazadores, sino más bien carroñeros. Probablemente solían aprovechar el tuétano de los huesos procedentes de los despojos de la caza de otros depredadores. Los cantos tallados los utilizaban para fracturar el hueso.
Tenía ciertos rasgos simiescos como unos brazos muy largos respecto a las piernas. Sin embargo experimentó una expansión cerebral a la vez que una reducción del aparato masticador. No hay dudas de que su andar era erguido, así lo atestiguan los rasgos de la pelvis y la columna. Este homo estaba habitando el África oriental, es decir estaba conviviendo con el Australopitecos robustus.

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