martes, 14 de enero de 2025

Muñequitas de la fertilidad

 La fertilidad es uno de los grandes temas y una de las preocupaciones esenciales de la cultura africana, ya se trate de la fertilidad femenina o de la fertilidad de las tierras. Ambas están asociadas y comparten ritos, ceremonias.

En distintas culturas africanas podemos encontrar como manifestación escultórica las muñecas de la fertilidad. En el caso de los fali (ubicados en el norte de Camerún) estas figuras, hechas de madera, son conocidas como ham pilu. En caso de los ashanti, y fanti Akuaba (en Ghana), entre los Kwéré, Kutu Zaramo, Doe, Luguru y Kami (Tanzania) Mwana Hiti.

Los fali son uno de los más de 70 pueblos denominados kirdi por los conquistadores fulani, quienes en el siglo XIX expandieron sus fronteras y sus creencias. Este término fue dado a aquellos pueblos que no se convirtieron al Islam y no hace referencia a aspectos étnicos o culturales concretos.

Los encargados de tallar y decorar los ham pilu son los jóvenes que quieren casarse. Para su decoración emplean pelo, abalorios, cauris, trozos de cuero y otros objetos pequeños; además, le otorgan el sexo que desean que tenga su primer hijo. Los hombres tallan la madera y ofrecen la muñeca a la mujer con la que desean casarse. Si ella lo acepta, ornamentará la ham pilu y después la colocará a la espalda, como si fuera con bebé, pues se cree que estas figuras y el ritual que conllevan favorecen la fertilidad. Es decir, estas muñecas representan el futuro matrimonio y la descendencia que llegará.

La mujer cuidará y llevará consigo a la muñeca hasta que nazca su primogénito. Cuando la pareja ya tiene un bebé, la ham pilu debe ser guardada cuidadosamente.

Los ashanti se extendieron por el territorio que hoy pertenece a los Estados de Ghana, Costa de Marfil y Togo, y ha sido uno de los reinos más grandes y ricos de África Occidental.

Las Akuaba son consideradas como instrumentos propiciatorios de la fertilidad y, en general, vinculados a las distintas facetas de la maternidad. Su nombre significa literalmente "niña de akua" y según la leyenda, una mujer llamada Akua quedó embarazada y tuvo una bella hija tras haber portado a su espalda una de estas imágenes de madera.

Las akuaba pueden adoptar tres formas básicas: 

Cuerpo cilíndrico, desprovisto de piernas y brazos, con diversos tipos de cabeza: rectangular, semirredonda o redonda y plana, similar a un disco. Este modelo puede tener los pechos tallados.

Cuerpo cilíndrico, sin piernas, pero dotado de rudimentarios brazos extendidos, y una cabeza ovalada o redonda y plana.

Figuras con piernas y brazos muy desarrollados, que delatan una clara inclinación al naturalismo, características de un estilo ashanti fraguado en los últimos 50 años.

Estas imágenes ilustran el concepto ashanti de la belleza, consistente en un rostro redondeado, frente alta y plana, boca pequeña y cuello anillado, que simboliza los pliegues producidos por la grasa subcutánea, considerados como un síntoma de buena salud.

Todos estos atributos son los que la mujer portadora de una akuaba desea para su futura hija. La exclusiva presentación del sexo femenino en estas figuras parece estar relacionada con el carácter matrilineal de la sociedad ashanti. Así, es deseable que una mujer tenga hijas para perpetuar la línea familiar, pero también con el propósito de ayudar en los quehaceres domésticos y el cuidado de los hermanos más pequeños.

Por esta razón, las mujeres ashanti llevan tales estatuillas a su espalda, tras haberlas sometido a la bendición de la divinidad de la fertilidad en el transcurso de ciertos tiros dirigidos por un sacerdote. Las Akua'maa reciben el mismo trato que un niño vivo, no sólo en la manera de ser llevadas, sino también en el hecho de ser alimentadas, adornadas con cuentas y pendientes y acostada cuando llega la noche. A través de estos cuidados, la mujer en cuestión pretende estimular su capacidad para concebir, asegurar un buen parto y comunicar la belleza de la talla a su futura hija. Esta actitud solícita hacia la Akua'ba se mantiene hasta que su dueña consigue el resultado deseado; después, es frecuente que la madre entregue la figura a su hija como juguete o que la utilice para enseñarle el cuidado de los niños. 

Por otra parte, ciertos indicios sugieren que las Akua'maa también se usaron, sobre todo en el pasado, en otras circunstancias muy distintas, como es el caso de la desaparición de un niño. Cuando esto sucedía, se colocaba en el límite del bosque una de estas imágenes, con comida y monedas de plata, para atraer al espíritu maligno responsable de semejante fechoría, el cual cambiaría el niño por la figura.

Mwana Hiti significa "niño de madera". Estas figuras desempeñan un papel fundamental en las ceremonias de iniciación de los pueblos Kwéré, Kutu Zaramo, Doe, Luguru y Kami de Tanzania. Tienen un significado tanto práctico como simbólico, ya que acompañan a las jóvenes durante el período de iniciación cuando son separadas de sus familias. Además, también son utilizadas por las mujeres casadas sin hijos y en general por las mujeres de la comunidad.

Estas figuras de madera establecen una conexión tangible con los antepasados del clan, convirtiéndose en reliquias familiares que se transmiten de generación en generación. Durante el proceso de iniciación, La figura es entregada a la iniciada por un tío materno, marcando así su ingreso a la siguiente etapa de la vida. Durante la ceremonia, se educa a la iniciada sobre las cualidades ideales de la feminidad. 

Una vez concluida la ceremonia, las jóvenes llevan las figuras alrededor de sus cuellos y se espera que las cuiden con dedicación, simbolizando su compromiso de asegurar y proteger su propia fertilidad. De esta manera, las figuras representan la importancia de la maternidad y la continuidad de la vida.

En cuanto a sus características físicas, las figuras Mwana Hiti suelen tener una altura de alrededor de  10 a 20 cm. Se distinguen por su peinado sagital, en el cual algunas figuras presentan peinados de dos partes. Para representar el cabello, se utilizan fibras vegetales adheridas, aunque en algunos casos se utiliza el cabello real del propietario, insertando pequeños mechones en los orificios tallados y crestados del peinado.


Las características faciales de estas figuras son sutiles y en ocasiones pueden no estar presentes. Algunas figuras pueden estar decoradas con metal, especialmente si se utiliza cabello real, o cuentas blancas que simulan joyas. El torso femenino es altamente estilizado y cilíndrico, con una forma cónica truncada en la parte superior y un segmento esférico en la parte inferior. Estas figuras no tienen piernas, brazos ni genitales, y a veces se les añaden hilos de cuentas de vidrio para resaltar aún más su estética.