miércoles, 4 de mayo de 2016

MÁSCARA KPONYUGO, LANZADORES DE FUEGO




Se trata de una máscara perteneciente al pueblo senoufo, que ocupa toda la franja septentrional de Costa de Marfil y se extiende más allá de sus fronteras, hasta Malí y Burkina Faso.
Esta máscara pertenece al Poro, una asociación que interviene en la actividad política, social, económica y religiosa. Tiene la función de preservar el orden social y, para ello, transmite los mitos de la creación y mantiene en vigor las viejas costumbres. El Poro se compone de tres grupos de edad, que reúnen a niños, jóvenes y adultos. El tránsito de un grado a otro se produce después de un periodo de siete años de instrucción y la superación de pruebas muy rigurosas.
Esta máscara pertenece a la categoría de Wabele o imágenes fantásticas. Constituye el instrumento de trabajo de la organización iniciática del Poro, destinadas a mantener el orden social a través del temor inspirado en la comunidad. Para llevar a cabo su cometido esta institución se sirve de un conjunto de elementos llamado Waho: varias personas enmascaradas, ataviadas con un traje de tiras de algodón decorado con dibujos geométricos, y una serie de músicos que tocan el tambores, campanas y visten un atuendo similar.
Todas las máscaras que participan en estos rituales tienen en común que representan seres místicos e irreales, con profundo significado simbólico para los senufo. El artista selecciona los atributos de las distintas criaturas consideradas como más poderosas y temibles y los combina en un híbrido grotesco y espantoso. Así representan fauces de cocodrilo con desarrollada dentadura, colmillos de jabalí, cuernos de antílope reales o tallados y pequeños animales en su parte superior, generalmente relacionados con criaturas primordiales como el cálao, la pitón o el camaleón. Cada uno de estos animales posee un valor: el cocodrilo y el jabalí simbolizan el salvajismo animal como oposición a la civilización del ser humano que vive en sociedad. El antílope encarna los conceptos de velocidad, resistencia, belleza, orgullo, status y prosperidad; constituye, por todas las cualidades positivas que emanan de él, un símbolo de poder y magia. El camaleón se considera el primer ser que pisó la superficie de la tierra. La serpiente pitón elude al agua.
Los portadores pretenden recordar en el transcurso de las ceremonias la situación caótica del Universo previa a la obra organizadora del divino arquitecto Kulotyolo. También participan en los funerales, ceremonias de iniciación, fiestas agrícolas y rituales que evocan los actos de héroe fundador Yirigne. En todas estas ocasiones, los portadores de las máscaras se dejan ver por la noche, organizados en grupos. Esgrimen látigos y hachas, profieren sonidos espeluznantes y esparcen fuego en forma de manojo de hierbas prendidos por medio de trozos de carbón incandescente alojados en la boca de la máscara. Esto hizo que los europeos la llamaran "lanzadores de fuego". El pánico que causa es tal que no se permite la presencia de las mujere

s.

2 comentarios:

  1. Hola, saludos ^^ Vengo a comentarte que me encanta el trabajo que haces; estoy estudiando algunas tribus de África y otras de otros continentes en mi carrera y me parece apasionante, y sobre todo me cuesta mucho encontrar imágenes e información que contrastar por ahí así que... ¡Enhorabuena! Sigue así :)

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